Cantos tradicionales coloniales guatemaltecos
Guatemala es un país rico en cantos tradicionales, muchos de ellos se han ido perdiendo con el tiempo, debido a la falta de uso y sobre todo el uso de cantos y villancicos extranjeros.
Muchos de estos cantos tienen su origen en la colonia y la mayoría son anónimos o se desconoce al autor; rescatarlos y publicarlos puede colaborar en fomentar su uso, rescatar la memoria de los autores y rescatar el patrimonio cultural y religioso en Guatemala.
De ser posible se enlazó un hipervínculo en donde se ha grabado la canción aunque no sea la versión tradicional.
Óleo sobre tabla, de la iglesia de San Juan El Obispo, Antigua Guatemala. Anónimo, 1619.
Imagen Prensa Libre
(se toca la puerta)
Adentro
Diga quien quiera que sea
desde allí que se le ofrece
porque aquí no se acostumbra
abrir a todos la puerta.
Afuera
Dos cansados peregrinos
a tus puertas llegan hoy
y piden, que una posada
le déis por amor de Dios.
Adentro
En ese caso, Señores,
bien sabéis que es menester
exigir de las personas
su nombre sigán cual es.
Afuera
Soy José que con María
piden un corto alojamiento
para que en éste dé a luz
un celestial embeleso.
Adentro
Desconozco tales nombres
por lo que digo a ustedes
que pregunten donde se halla
el hospicio de Belén.
Afuera
No querréis a tanta dicha
privaros con impiedad
negándole la posada
al que os viene a rescatar.
Adentro
Entrad pues Divina Reina
entrad ilustre José
que ya alcanzo que tu esposa
nos ofrece al Dios de Israel.
Afuera
Dios pague señores
vuestra caridad
y así os colme el cielo
de felicidad.
Adentro
Dichosa la casa
que abriga este día
a la Virgen pura
la Hermosa María.
DESPEDIDA DE LAS POSADAS
Este canto se entona al salir la posada de la casa que acogió a los señores peregrinos
Sigamos esposa mía
nuestra misión celestial
pues ya se aproxima el día
del consuelo universal.
Pueblo:
Nuestra dicha en la ocasión
explicarla no podemos
más desde hoy ofrecemos
alma, vida y corazón.
Adiós rebaño querido
del más celoso Pastor:
poned en Jesús amor:
y echad el mundo al olvido.
De virtudes bien sabéis
es la piedra la primera
tenedla, pues verdadera
y jamás nos olvidéis.
Sea vuestra devoción
a la par de vuestro celo
para que alcancéis del cielo
el auxilio y protección.
Vamos muy agradecidos
de vuestra hospitalidad
y en recompensa esperad
ser en el cielo admitidos.
ALABADOS DE NAVIDAD
Villancicos Guatemaltecos navideños
A la ro ro Niño
a la ro ro ro,
duérmete bien mío
duérmete mi amor.
Desnudo en las pajas
dormidito está,
quien creó las estrellas
y a sus pies brillar.
Hermoso lucero
A venido a anunciar
Y magos de oriente
buscando le van
En lecho de pajas
heladito está
llorando de frío,
¡que frío tendrá!
Y su madre hermosa
que cantando está
llorará también
al verlo llorar.
Noche venturosa
noche de alegría
bendito la dulce
Divina María.
Coros celestiales
con su dulce acento
canten la ventura
de este nacimiento.
De los soberanos
tú dueño y Señor
naces entre pajas
sólo por amor.
Cándido cordero
celestial pichón
te ofrezco el abrigo
de mi corazón.
Los amantes brazos
de una Virgen Santa
son los que te sirven
de primera cama.
Duerme. Niño amado
duerme, tierno Niño
sírvate de cuna
mi filial cariño.
Tu preciosa sangre
con divino amor
en rescate ofreces
por el pecador.
Cierre esos ojitos
de color de cielo
que son de los hombres
amparo y consuelo.
Salve Niño amante
que con tierno celo
a salvar al hombre
bajaste del cielo.
Dichoso mil veces
el pueblo cristiano
que te reconoce
por su soberano.
AL NINO DIOS –Venid Pastorcillos–
Venid pastorcillos
venid a adorar
al Rey de los Cielos
que ha nacido ya.
Un rústico techo
abrigo le dá,
por cuna un pesebre
por templo un portal.
En lecho de pajas
desnudito está
quién ve las estrellas
a sus pies brillar.
Hermoso lucero
les vino a anunciar
y los Magos de Oriente
buscándole van.
Delante se postran
del Rey de Judá
de incienso, oro y mirra
tributo le dan.
Sin ricas ofrendas
no temáis llegar
que el Niño agradece
la fe y voluntad.
Del campo las flores
gratas le será
al que con su risa
las nace brotar.
Su madre en los brazos
meciéndole está
y quiere dormirle
con dulce cantar.
Un ángel responde
al mismo compás
gloría en las alturas
y en la tierra paz.
Humilde se acerca
un lindo rapaz
que en las aguas puras
bebió del Jordán.
Jesús le contempla
con alegre faz
y un manso cordero
principia a balar.
Con alma y con vida
volemos allá
que Dios, Niño y pobre
nos acogerá.
Los brazos nos tiende
con grato ademán
¡Llegad! nos repite
su voz celestial.
Este canto es entonado el 2 de febrero al terminar la novena al niño Dios.
Celebre el orbe
con gran contento
el nacimiento
del Niño Dios.
Divino infante
mi corazón
te ofrece humilde
esta canción.
Adios, Adios.
¡Ay! quién creyera
Dios infinito
que habías de hacerte
por mi amor: Niño.
Alarururu
ru ru rurrurrito
dueño de mi alma
mi Manuelito.
Pues por mi amor,
tan tiernecito
nacer quisiste
mi Manuelito.
¡Ay! dulce amante
¡Ay! Manuelito.
Como en tu cuna
duerme chiquito.
Ven a mis brazos
mi chiquito
para arrullarte
mi Manuelito.
Que en el alma mía
tan rendidito
amoroso duerma
mi Manuelito.
¡Oh! Virgen Madre
haz que contigo
tu Santo Esposo
le cante al Niño.
Oye tú siervo
esclavo a indigno
haz que a la ru ru
cante contigo
Postrados pedimos
tu bendición
y de nuestras culpas
también perdón.
Venid mortales
con tu rebaño
a decirle al Niño
hasta el otro año.
Adiós Niño Hermoso
bajado del cielo
adiós ya vamos
llenos de consuelo.
Adiós, bien mío
adiós, chiquitito
adiós, adiós
mi Manuelito.
adiós, adiós
mi Manuelito.