Pronunciamiento ante el manejo de la pandemia del Covid-19 en Guatemala

La situación actual del país es grave, complicada y no se vislumbra un futuro esperanzador. A miles de familias guatemaltecas nos une el dolor que hemos sufrido por la muerte de familiares y amigos, además de las cuantiosas pérdidas económicas. Lastimosamente siempre son los más desfavorecidos los afectados en situaciones como la que vivimos hoy.

Sentimos una profunda indignación hacia quienes nos mal-gobiernan aunado al profundo pesar que nos embarga por la triste partida de Amalia Judith Tzunux Sanic, cofundadora de este colectivo. Amalia, pese a ser docente de nivel medio y universitaria, ya no alcanzó a ser vacunada. A pesar de que el Gobierno tenía los fondos para las vacunas desde el año 2020, la negligencia y la falta de compasión hacia la gente, hizo que les importara más ver la pandemia como un meganegocio en el que las vidas humanas no valen nada.

Amalia, una joven maestra, historiadora, catedrática universitaria, es una de las más de 10,000 víctimas mortales que suma ya este desgobierno por el mal manejo de la pandemia. Nos embarga un sentimiento de pesar e indignación ante el creciente número de vidas humanas perdidas por falta de insumos para salvarlos, número que seguramente seguirá creciendo y que enlutará a más hogares guatemaltecos.

¿Cuántas muertes más tendremos que soportar? ¿A cuántos más estamos dispuestos a perder por falta de vacunas? No podemos quedarnos callados ni resignarnos ante este sistema en que la justicia está en manos de corruptos, que con sus prácticas están llevando al país a la ruina, pasando por encima de la salud, la educación y la dignidad de los guatemaltecos. Nos unimos al clamor popular en donde exigimos no más corrupción en quienes dirigen el país.

Las casi 5 millones de vacunas existentes en Guatemala han sido donadas por países amigos. El plan nacional de vacunación ha sido un proceso desordenado y sin rumbo definido. Ahora se hace un llamado a las Universidades a vacunar a su estudiantado quedando fuera del proceso quienes no pudieron ingresar a la Universidad Estatal; mientras que en las Universidades privadas prevalece el principio de ser estudiante inscrito y solvente para incluirlo en dicho proceso.

Los ciudadanos menores de 39 años aún no tienen fecha para la vacuna. Quienes ya fueron vacunados corren el riesgo de no recibir la segunda dosis o de hacer una “mezcla de marcas”. Como país excluyente no se ha considerado a los ciudadanos de la economía informal, quienes por razones estructurales no tendrán acceso a una educación superior.

Al estado de Guatemala exigimos:

• Agilizar el proceso de vacunación para la población en general, sin exclusiones
• Procurar por todos los medios económicos y sociales para resguardar la salud de la población.
• La creación de mesas técnicas vinculadas a los sectores académicos y del personal de salud, para establecer la forma más adecuada de manejar la pandemia, la mitigación de sus efectos y contención de los problemas de salud y sociales relacionados.
• Buscar los mecanismos para atender la salud mental de las y los guatemaltecos que lo requieran.
• Tener la certeza de las segundas dosis de las vacunas administradas.
• Transparencia en el gasto público, exigiendo una auditoría real y certera de los préstamos.
• Garantizar el Artículo 2 de la Constitución Política de la República de Guatemala.

Colectivo Historia GT

 Y los abajo firmantes:

Luis José Hernández González, Walter Burgoa, Andrea Sincal, Diana Rosales, Gabriela Velásquez Luna, Marlen Garnica Vanegas, Perla Polanco, Noemí Tzay, Luis Felipe Quelex Aguirre, María Belén Méndez Bauer, Stella Bauer, Mario Palacios Díaz, José Carlos Cuéllar González, Vinicio Portillo, Vicente Tobar, Ines Puluc, Brenda Judith Hernández García, Marybel Mijangos Hernández, Glendy Magaly Miguel Coronado, Madeleine Bendfeldt, Mishel Oliva, Julio David Menchú, Anaite Galeotti, Aida del Rosario Paau, Eliecer Ariel Ismalej Morales, Cynthia Marlene Mejía Cruz, Ingrid Andrade.

Nueva Guatemala de la Asunción 23 de Julio de 2021